No se puede empezar una sección de fotografía y no empezar hablando del gran Robert Capa, puede que sea el reportero gráfico de guerra por antonomasia. Aunque, a día de hoy, se le conozca sobre todo por sus tomas del desembarco de Normandía, donde el fotógrafo acompañó a los soldados a través de las lluvias de balas, también formo parte y capturó muchos otros momentos de suma importancia en la historia.

A lo largo de su corta pero intensa vida cubrió diferentes conflictos como fueron la guerra civil española, la segunda guerra chino-japonesa, la segunda guerra mundial (en diferentes enclaves), la guerra árabe-israelí de 1948 o la primera guerra de Indochina.
En 1947 junto con David Seymour, Henri Cartier-Bresson, George Rodger y William Vandivert, en París, fundó la organización Magnum Photos, la primera agencia de cooperación para fotógrafos independientes de todoel planeta que a día de hoy sigue siendo un referente muy importante dentro del mundo de la fotografía.
“Las fotografías de Capa marcan el inicio de una nueva consideración del género del reportaje bélico; puesto que captan la guerra en primer plano y confieren en muchos de los casos una noción de dinamismo, inusual hasta la fecha. Además, la movilidad del reportero (valiéndose de una Leica 35 mm) constituye la máxima conquista técnica que le permite ofrecer una imagen más completa de la guerra, ya que se pueden situar en todas las líneas de fuego, como ilustra la célebre Muerte de un miliciano. Cerro Muriano, Córdoba, 5 septiembre 1936”.
(Capa: cara a cara. Fotografías de Robert Capa sobre la Guerra Civil Española de la colección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía)
Su máxima a la hora de disparar su cámara se basaba en la cercanía a los personajes que retrataba y se puede resumir en su famosa frase “si la foto no es suficientemente buena es que no se ha disparado suficientemente cerca”, y era esa cercanía su gran característica ya que no sólo se ceñía al aspecto físico de la imagen sino que emana de cada una de sus fotografías una profunda solidaridad y empatía con cada uno de los personajes que retrataba.

Capa fue capaz de retratar una guerra a través de los rostros de los combatientes y de los civiles, no quiso hacerlo a través de las armas y los muertos, eso fue lo que le diferenció del resto. Le interesó el dolor de los vivos por encima de la espectacularidad de los muertos, y la belleza de la verdad simple fotografiada sin artificios. Una mirada a sus fotografías y somos capaces de vislumbrar algo de ese dolor que te sobrecoge, aquí os dejo una selección de sus obras.


