Pablo Lecroisey (Madrid, 1979) se define así mismo como fotógrafo pero su obra va más allá, es una indagación, una búsqueda a través de los sentimientos, las obsesiones, etc. que han hecho que a lo largo de su trayectoria se vaya dibujando y configurando un mundo singular dentro de su propio quehacer como fotógrafo. Sus imágenes congelan en un sólo fotograma un instante que acontece dentro de una puesta en escena completa y compleja que se desarrolla tanto antes como después de oir el “click” de la cámara. Sus fotografías son capaces de contarnos una historia en la que las metáforas y simbolismos, la estética y los exuberantes personajes se coreografían de manera brillante y perfectamente orquestados para atrapar al observador. En palabras del propio artista:
“Considero que mis imágenes son mi grito de libertad, cada una de ellas es independiente y pertenece a momentos, vivencias y sensaciones con personas diferentes en sitios diferentes, el único nexo de unión soy yo y mi forma de hacer las cosas”.
Sus composiciones tienen cierto aire de dramatismo y de surrealismo en las que las escenografías son un personaje más al ser prodigiosas, exhuberantes y muy potentes. Son imágenes que invitan a ser interpretadas y a formar parte de ellas. Su estética en algunos momentos me recuerda a la de los grandes maestros barrocos; el uso de la luz, los ropajes de los personajes, la manera de ubicarles en el espacio, las luces y las sombras en conjunto, los colores, etc. todo ello me lleva a apreciar la paridad entre las fotografías de Lecroisey y los rafaelistas o los grandes maestros. Es un fotógrafo de grandes recursos narrativos y de cierto gusto por la teatralidad.

Con cada fotografía aborda un pequeño relato que plasma y nos deja una moraleja que analizar, transmite algo que a todos nos llega de distinta manera. Se tratan de historias no lineales, es decir, cada imagen posee más de un argumento, siempre depende de el cristal con que se mire. Oscila entre sueño y realidad, realidad y ficción, ficción y verdad, entre pasado y futuro, futuro y presente,… pero siempre ahondando en los sentimientos más profundos de la condición humana.


Un fotógrafo al que merece la pena disfrutar de cerca. Y, estamos de enhorabuena, hasta el día 30 de noviembre en la Casa de Vacas del Parque del Buen Retiro y dentro de la exposición “82 Salón de Otoño” podemos disfrutar de una de sus obras. La Asociación Española de Pintores y Escultores es la organizadora de este evento.
Os animo a que os paséis por el Parque del Buen Retiro y aprovechéis el paseo para disfrutar de este artista y de otros muchos que se dan cita en esta exposición.
Mientras tanto, os dejo con un Making of de “El día de Mañana” que Pablo Lecroisey tiene colgado en su canal de YouTube, disfrutadlo: